Columnistas Invitados

Con la razón y sin violencia

Por: Amalia Pando | 

Evo Morales advirtió que no habrá reconciliación en Bolivia hasta que todos reconozcamos que hubo golpe de Estado. 

Ustedes se imaginan, los 11 millones de bolivianos de rodillas y brazos en alto y luego abajo: “Sí Evito, nunca hiciste fraude, nunca te escapaste a México, nunca incendiaste el país. “

Es evidente que con él nunca habrá reconciliación. 

También quiso convencer a la OEA. Mandó a tres funcionarios para acusar al Secretario general de la OEA, Luis Almagro, de intromisión y salieron trasquilados. De 16 países, 13 respaldaron el informe de fraude en Bolivia y solo tres aplaudieron a los emisarios de Evo: Nicaragua, Argentina y México. 

Bolivia denuncia “injerencia” de Almagro por ratificar fraude electoral

Entre tanto, en el país su gobierno se lanzó a los brazos del imperialista FMI y recibió lo que había devuelto, los 326 millones de dólares de los Derechos Especiales de Giro, DEG. El chiste de Arce le costó al país 24 millones de dólares y la libertad del ex viceministro Carlos Schlink quien a pesar de la evidencia de su inocencia seguirá procesado. 

La exmandataria prisionera del régimen, Jeanine Añez, resulta que está presa porque tiene el síndrome de Evo Morales. El ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo pidió que recordemos que ella intentó huir en una avioneta y que por eso la aprehendieron. No puedo recordar algo que no ocurrió.  Hasta marzo de este año, Jeanine Añez podía viajar cuantas veces quisiera porque no tenía ningún arraigo que se lo impidiera. El 12 de marzo no la detuvieron, la secuestraron. Después, sin tomarle una declaración ni realizar una investigación previa, le lanzaron una inverosímil acusación que es el pretexto de su indebida detención.

Amparo Carvajal, la gran luchadora de la vida y la libertad

Las condiciones atroces en la que se encuentra están movilizando a varios sectores. La valiente Amparito Carvajal encabezó este miércoles en La Paz una nutrida marcha donde nadie perdió su billetera ni su celular por lo que no tuvieron que desnudar a nadie, como ocurrió en una concentración del MAS en Santa Cruz. 

Grupos del oficialismo atacaron otra vez. Intentaron tomar las oficinas de la Asamblea de Derechos Humanos y rodear la cárcel de Miraflores para acallar los gritos de ¡libertad! 

Guillermo Paz se suma a la lista encabezada por Beto Astorga. También terminó ensangrentado y Amparito se libró por poco de recibir una piedra en la cabeza. Recordemos – porque esto sí ocurrió – que así mataron en el Prado a don Julio Rojas.

Guillermo Paz recibe un piedrazo masista

En Cochabamba, la Plaza principal recibió a cientos de jóvenes que pidieron la liberación de sus cuatro dirigentes, porque ya son cuatro las víctimas de la vendetta de Cox. 

CONADE, que se vislumbra como la dirección de estas movilizaciones junto al Comité Cívico Pro Santa Cruz, crece en organización. Últimamente, fueron posesionados directivos en Tarija y también en Barcelona y Washington. 

Gran marcha en Cochabamba

Pero, Evo Morales debería estar más preocupado por la marcha de los indígenas de tierras bajas que desde el Beni iniciaron su caminata hacia Santa Cruz donde están avasallados por los interculturales del gobierno. Una marcha con la razón y sin violencia. Una marcha por la vida del bosque y sus habitantes. 

Por si fuera poco, Evo- Arce tendrán que enfrentarse a sectores sociales que pensaban estaban sumisamente bajo su control y no lo están. 

Cooperativistas toman la ciudad de La Paz

Los cooperativistas han tomado la ciudad de La Paz pidiendo la cabeza del ministro de minería. Los trabajadores de AASANA dejaron sin vuelos a más de 4000 pasajeros. Piden la renuncia de la abogada con experiencia en almacenes, nombrada por el gobierno a la cabeza de esa institución técnica. En EMAPA despidieron a los ingenieros y otra vez dirigentes del MAS se hicieron cargo de la delicada tarea de dotar de agua a la población paceña, razón por la que hay un conflicto latente.  Y, en Los Yungas, ADEPCOCA no acepta elecciones bajo la tutela de Evo Morales. 

De este modo, el triunvirato gobernante está sentado sobre un volcán social al que quiere sofocar con paramilitares violentos a cuento de un golpe de Estado que habría ocurrido hace casi dos años y que solo recuerdan los que hicieron fraude.