Economía

Mauricio Ríos: Bolivia demandará medidas severas para sortear sus dificultades económicas

  • Aunque el gobierno central insista en alabar como exitoso su modelo económico, éste hace aguas por todos lados, asegura el analista y consultor financiero Mauricio Ríos, al anticipar un 2022 muy difícil “sobre todo para la clase media y los sectores más pobres” de la población boliviana.

Al gobierno de Luis Arce no le bastará hacer algunos ajustes en el manejo de la economía para resolver los serios problemas ya vistos hoy y que se anticipan como más graves en 2022, afirma el economista y consultor financiero Mauricio Ríos García, al sostener sin titubeos que tendrá que encarar con urgencia “reformas severas”. ¿Lo hará finalmente, considerando el costo social y político de las mismas?, es la pregunta que surge de inmediato.

Para Ríos, al gobierno no le quedará otra opción, considerando el balance actual real de la situación económica que enfrenta Bolivia y los datos, también reales y no maquillados, que proyectan más dificultades a corto y mediano plazo. Un balance que permite asegurar, según Ríos, que el Modelo Económico Social Comunitario Productivo al que apuesta el MAS desde que asumió el poder en 2006, y en el que insiste hoy Arce, “hace aguas por todas partes” y “está llevando al país a la bancarrota”.

Ríos apunta varias señales que lo llevan a sostener sus afirmaciones. Entre otras, el reiterado recurso del gobierno central a préstamos del Banco Central de Bolivia para cubrir el déficit fiscal, una medida que afecta a las Reservas Internacionales y pone en mayor riesgo la estabilidad económica. Un recurso del que está echando mano ante el fracaso, no explicado hasta hoy, de su apuesta a una nueva emisión de bonos soberanos en 2021, con el que pretendía cubrir 40% del PGE. Una emisión prevista para el primer trimestre de este año, pero no ejecutada hasta la fecha.

En la lista, Ríos también incluye la caída de inversiones en dos sectores claves de la economía boliviana, como son los de hidrocarburos y minería. El primero sigue afectado por baja inversión y producción, lo que se refleja en el aumento considerable de las importaciones de gasolina y diesel, además de la baja en los volúmenes de exportación. El segundo también está dando malas señales, como la noticia conocida en las últimas horas de la inminente salida de la transnacional japonesa Sumitomo, accionista aun en la Minera San Cristóbal.

Y un sector más, hasta hoy el único que se sostenía firme y que ha sido vital para la estabilidad económica del país, señala Ríos: el sector financiero-bancario. “Al tercer trimestre del año ya deberíamos tener la información oficial sobre colocaciones y mora, pero esta información aun no ha sido dada oficialmente”, observa y anticipa que, de acuerdo a informaciones no oficiales levantadas en las últimas semanas, la mora en el sistema financiero estaría ya en los dos dígitos. Un dato que, de ser cierto, estaría detrás de la no divulgación del reporte oficial, ya que no sería buena noticia.

Ríos no ve luz al final del túnel. “Arce asumió el gobierno con el reto de saber elegir entre rescatar la economía del país o rescatar el modelo del MAS; se ha inclinado por rescatar a este último”, lamenta y critica que al gobierno de Arce le preocupe más no perder el poder, que salvar la economía del país.

Bajo esa lógica del Ejecutivo, ¿es posible prever la aprobación de reformas severas a las que alude Ríos al inicio, como acciones urgentes para salvar la economía nacional, pero que suelen tener altos costos sociales y políticos? “Esa es la gran pregunta, la gran duda”, responde Ríos, al identificar entre las medidas severas un recorte radical en el gasto público, mismo que pasa -entre otras medidas- por despidos masivos de funcionarios públicos, muchos de ellos contratados para empresas estatales que son deficitarias. Se incluye entre esas medidas severas una posible devaluación de la moneda nacional, de mayor impacto en sectores de clase media y bajos ingresos.

Ríos habla también del rol de los otros dos niveles de gobierno, departamental y municipal, para los cuales valen las mismas observaciones hechas al nivel central. Alude asimismo al rol de los parlamentarios de oposición, sobre el cual tiene una mirada muy crítica y dura, ya que considera que en su mayoría pierde el tiempo “cazando pokemones y haciendo Tik-Tok, en vez de ocuparse en estudiar y contrarrestar a tiempo las políticas y leyes que impulsa el MAS”.

Vale la pena escuchar íntegramente lo dicho por Mauricio Ríos a lo largo de más de una hora de conversación sostenida con nosotros este lunes 25 de octubre.